8 de julio de 2010

Crítica Revista Noticias

Un terceto actoral admirable
A fuerza de talento. Vicisitudes matrimoniales en el registro exacto.

Por Jorge Luis Montiel
Considerada una de las obras maestras del dramaturgo sueco August Strindberg (1849-1912), la trama de Acreedores mantiene su vigencia. El ajuste de cuentas entre una exitosa escritora, que anula la capacidad creativa de su actual y débil marido, un pintor angustiado y al borde de la destrucción mental, y su ex-esposo, despechado y ahora convertido en sibilino consejero del primero, provoca la destrucción del matrimonio al instalar la duda sobre el sentido de ese vínculo.

La eficaz puesta impone una necesaria lectura contemporánea, a través de imágenes proyectadas que ofrecen otros ángulos visuales de las situaciones que se generan en escena. Pero donde se hace fuerte es en las actuaciones: no alcanzan los adjetivos para describir la excelencia, el compromiso y los infinitos matices y recursos.